
Granito a granito tapados por agua, granito a granito tapado este mar también. Y la yapa, la dulce trama que trae revancha, para endulzar esa última ojeada de las horas de sonrisas.
Cuenta y late. Sale y cruza. Mira y vuelve. Lujo, tiempo, voces, besos, ciegos, sordos, mixtos, tontos, lindos, sol…
Es la marca de la huella, es difícil, no pedirle mucho al cielo cuando el carro dio unos saltos por ahí. La caída de la aguja nos aleja de la tímida inocencia que regala los sabores mientras duermen las neuronas sobre hormonas de la amnesia desnudez.
El cuadro se completa con la suerte y medio segundo más tarde… Sabés, no? Que la mesa a contratiempo, que la estrella a contraluz, que mano a contrapelo, que los pies a contratuerca, que la vida contra todo y a favor también…
Yo me muevo con paciencia, tropezarse tan seguido, no sería nada sabio y empiezo a creer que me llegan con el agua las mejores pescas esta vez…
1 comentario:
y siempre llego,
casi sin tropezarme
hasta aqui
casi natural.
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