domingo, 29 de noviembre de 2009

Cartografía estelar



Fiesta de imágenes,
estrechos de estrechos…
Mar de la oferta,
tiempo del tiempo.
En tiempos de causes…
Desde mi visión panorámica, voy timoneando,
buscando en los brillos donde navegar.
Se abren y vuelven,
me rozan y crecen,
yo crezco en mi piel.
El circo del día,
poblado de escenas,
con cuadros que llenan,
mis ojos al ver.
Robado de un sueño.
Devuelto a mi pecho.
Maduro del ciego dolor…
Mi esfera, las letras y yo.
La luna, la estrella y la constelación…
Suelo mirarte así estrella…
De noche estrella,
de día el sol.
Toda distancia cuenta,
y el viento en el agua lo delato.
Se mira, se prueba, se juega y no hay…
Me llena, me deja, la noche…
Vuelvo a navegar.



Desafiando el oleaje, sin timón ni timonel...
Rema que rema el barquero, rema sin pestañar...
Rema mi vida, una gota en el mar...

miércoles, 18 de noviembre de 2009

De placeres en los ríos bajo lluvia

Yo no pertenezco a este lugar, mi palma tiene un refino en surco dibujado con los dados que ha tirado el gran señor… Subo cuesta desde el centro de la tierra y enterrado como el tiempo voy llegando a superficie, a respirar por fin. Me hago lámpara de claroscuro y descubro, a cada paso, un claroscuro más, uno nuevo una vez más. En el prístino lujito de mis ojos fundo el barro de los días que se fueron sin remedio y te aprieto entre mis manos sin dejar que alimentes tus pulmones, mis caricias ya te ahogan, los diluvios que mojamos fueron viajes de los gustos y, a pesar de mi sutil caricatura, maduré el dulce roce del remanso del placer.
Granito a granito tapados por agua, granito a granito tapado este mar también. Y la yapa, la dulce trama que trae revancha, para endulzar esa última ojeada de las horas de sonrisas.
Cuenta y late. Sale y cruza. Mira y vuelve. Lujo, tiempo, voces, besos, ciegos, sordos, mixtos, tontos, lindos, sol…
Es la marca de la huella, es difícil, no pedirle mucho al cielo cuando el carro dio unos saltos por ahí. La caída de la aguja nos aleja de la tímida inocencia que regala los sabores mientras duermen las neuronas sobre hormonas de la amnesia desnudez.
El cuadro se completa con la suerte y medio segundo más tarde… Sabés, no? Que la mesa a contratiempo, que la estrella a contraluz, que mano a contrapelo, que los pies a contratuerca, que la vida contra todo y a favor también…
Yo me muevo con paciencia, tropezarse tan seguido, no sería nada sabio y empiezo a creer que me llegan con el agua las mejores pescas esta vez…

jueves, 12 de noviembre de 2009

Eterno resplandor...


Es un lago sobre el desconsuelo,
mal que me hizo nacer.
Las estrellas sobre el desierto…
Son especiales, si.

Y al llegar, pie de ciudad,
se pierden mis ojos ahí…
Siempre sal sobre mi carne,
nunca un aire sanador.

Me arrincono, achico mi cuerpo,
no da gracia este mundo, hoy…
Y tratando de escapar te encuentro
(justo ahora apareces ahí?)

Voy sin Dios
y adorándote.
Siempre sol tras las nubes.
Sonreís, desde el otro lado
y tu mano, no…
Ya no se acerca hasta mí.

Voy corriendo, siempre en el desierto,
poco agua y sin morir de sed.
Las estrellas duran un momento,
pero el sol… sigue ahí.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Brazos abiertos


Tengo ganas de cantar alto, de elevar la voz, de acercarte, ahí en tu pecho, con un grito, un puntazo que te haga sonreír.
Tengo ganas de rendirle un homenaje a ese frío que entre fieros remolinos me dejo, despierto, aquí…
Tengo ganas de cruzar por los lamentos y, entre palabras sencillas, calentarme bajo el sol.
Tengo ganas de aspirar el aire fresco que la mañana regaló, de flotar con equilibrio entre mi gusto y el dolor, de subir las escaleras a la paz, de sentirme propiamente abrigado al despertar.
Tengo ganas de tus ojos con un brillo, de tu aliento delicioso en mi canción.
Tengo ganas de anclarme en este cielo, de sentir que lo dormido, solo, ha sido para soñar más.
Tengo ganas de fluir como los ríos, de volar entre mis alas, de abrazarme a mis latidos y brindar por que este juego siempre vuelve a comenzar.


martes, 3 de noviembre de 2009


Así, perdido en esas luces me dormí…
Este pulso de biológico reloj que se me cruza en cada paso, ya resulta un contratiempo, y a destiempo veo rayos como vidas que me besan en la piel.
Estiro la vista, apenas más allá de la puerta de la habitación y pasan cuerpos caminando, con sus auras luminosas, no me encuentro en esa imagen esta vez… Canciones, cabellos, reflejos, aromas, la cama, el sol… La noche, mi estrella, mi aura y yo…
Espero un suceso de no suceder, la muerte más cerca, mi tiempo sin paz… Tal vez mañana, corriendo, como en la infancia, pueda recuperar el tiempo perdido…
Mirá como entran esa frecuencia musical en mí!!!¿Lo ves? Y, por que esa energía todavía vive acá? Es como si hubiera sido abierto para siempre a la ultra-sensibilidad…
Me atraco: ya son fotos del camino las que veo en la pared, son los rastros de las redes y el placer… Ya vez: el corazón solo sabe mentirle a mi sien. Me gustaría tanto llegar con mi mano donde el fuego me encendió, dejaría lo que fuera por traer en un suspira lo frutal de tu respiración.
Cuadro, cielo, frío, luz detrás… miedo, techo, espacio, incienso y quietud…
Arte, tiempo, conexión y soledad… Suelo, invierno, tu calor y casi paz…
Otra vez, ahí, ese espectro persiguiéndome… Una mano que acaricia mis sonrisas, una boca que se enreda, acá, en mi piel. Una suerte que no avisa si decide desaparecer.
Las flores secándose, los floreros olvidados, la leyenda de los sueños, diminuta sensación de respirar… y los ángeles sacudiéndome. Yo les pido que regresen, ellos piden que los deje entrar.
Si pudiera no sentirte combustible, si escuchara los secretos que la brisa me dejó.
Si me viera en esas voces, si alcanzaran los kilómetros de ruta para irme de mi piel, si no escuchara tu susurro a donde voy…
¿Quien me duerme los ardores del sentir? ¿Quien me roba lo tatuado en la piel?
Sin embargo, no consigo establecer. Todo vibra y nada deja de latir.