viernes, 29 de enero de 2010

La estrella más cercana




Estoy pensando que el sol no es más que nuestra estrella más cercana entre millones y, así, tantas veces ciertos cuerpos cotizan mucho menos de lo que valen. Reflejos de colores propios y las sombras… asombra que tanto pueden ensombrecer. Despertar es sinónimo de mañana, sin embargo la noche trae la luna de los ojos al abrir, por momentos las pupilas que se pierden lo ven todo sin mirar y en el flujo de lo bello solo puede despertar lo más real.
Ascendiendo de un descenso, muy profundo, lo más claro de mi voz asimila la mañana en lo mejor de mi canción, alcanzando alguna estrella (más allá del sol) que ilumine con su rayos un vital reverdecer. Un paseo que nos lleva de regreso, un reflejo que te enseña más del sol, un sombra diminuta, diminuta de la bestia que habita en el Astro rey.
Hasta llueve y se amanece, pero moja nuestros pies. Siempre duerme en mis muñecas esa estrella que alcancé, que me guía, que me enseña a renacer.


viernes, 22 de enero de 2010

Dejar volar



Parpadeo y es la luz que todo alcanza,
margaritas en las manos, esperándote.
El camino se ha incrustado entre mis ojos,
será eso… no me puedo detener.
No hay suceso de progreso, no por mí.
No hay un cuadro que me encuentre detenido.
No ser preso de un delirio,

no ser preso nunca más…
Si no llueve que no llueva,
si no hay nada que alimente, no comer.
Si no hay nada que me deje sin palabras, no hablaré…
Si me encuentro en tu camino,
si me cruzo con tu cuerpo,
si te rozo con mi alma,
sólo déjame escapar.
Si tus manos me aprisionan dejaré de respirar.
Si te pido que quedes, márchate,
si mañana, aún, llueve: volverás.
Si plantamos con raíces, vuelve al tiempo a mis campos.
De las frutas que juntamos, saciaremos nuestra sed.

lunes, 18 de enero de 2010

Cuadros


En mi casa los cielos son de todos colores. Los árboles y flores viven dentro de mí, las luciérnagas y la luna se encienden por la noche, cuando quiero caminar por este pasillo oscuro; quizá, ellas, nunca (jamás) me dejaran caer. El pasto se aparece allí en mi suelo, cuando suelo recostarme a ver el sol, cuando duermo una siestita de paciencia en tres segundos de mi vida que se estiran hasta un día sin color. Un día en blanco y negro, llega entones y mis ojos filman todo!!! Camino de la mesa a la cocina y me enviste, delicioso, el aroma a café, casi… casi veo dos ojos grandes observándome… estiro el brazo por la ventana y arranco de la quinta unos tomates, albahaca, morrones, cebollas, y un poco de paz, cuando sea mediodía habrá qué cocinar. Me siento en el piso con las visitas, en sus risas se refresca mi canción y la viola que me pide que la ponga a hablar también. Apoyo la guitarra entre las piernas y mi vientre y le pido que ilumine, pero es triste su canción, ya estoy solo acá, en el medio de mi habitación. Giro la vista: los chicos no han llegado aún. Me recuesto sobre la alfombra, entre vicios deletreo una expresión…
Todo vive en mí.

domingo, 17 de enero de 2010

La guarida perfecta

Recuérdame volver a este centro, cuando ya no quede nadie caminando por la peatonal, si es que quieres… Como es que aún se llueve este cielo razzo? si ya hemos hecho todos los arreglos pertinentes… Esta copa se repleta y se vacía, así de fácil, nada más. Estos, tímidos, barriles de mis vinos en los días preguntas, me escasean los brebajes que te penden sobre un hilo en los tiempos de comedias…
He brillado ilusionado, me he apagado con un viento muy menor y, a pesar de los diluvios, mueren julios en abriles y el abril en primavera, que tras ver los floreceres, marchita mis albahacas al calor. Nada deja una semilla (quizá si…)
El efecto dura casi un tic-tac, o es que el tiempo se detiene..? (no lo se…), lo perfecto casi siempre duerme allí y al brillar la luz del día sale al trote a quererse guarecer. La única necesidad necesaria es quererse completar.
Cubro el trecho recorrido con mis manos (otras veces con un dedo me alcazó), donde viven los impulso que no duermen, justo antes de dormir, donde se hace que se hace pero, siempre, no se hace y entonces nada nace, al fin. Donde el trance se desnuda, donde quedan las palabras a merced de aquella vos que te habla, sin mentiras, de una vez (gracias a Dios!!!), donde baila la energía que nos deja en esta tierra, donde más difícil miento, ahí estoy.
sexo...

miércoles, 13 de enero de 2010

Bola ocho

Tras siete bonitos colores, siete paladeadas de lo más sabroso, ya nos vemos a la vera de la gloria campeón. Duele saber que cuando llega la hora del tiro final no hay a quien, en lo más profundo de su conciencia, no le tiemble el pulso… Quizá de una manera, muy poco perceptible para quien ve de afuera, pero súper perceptible para quien en ese preciso momento se esta descubriendo, en el mejor de los casos, horrorosamente inseguro…
Y ahora… Este velo de responsabilidad, el partido había sido largo y divertido, cada sólida bola cayendo en cámara lenta dentro de las troneras, los brillos de la luz sobre las esferas, los colores moviéndose alborotadamente sobre el suave paño verde, otras veces delicadamente, solo, una bola cruzando la pizarra de mármol; como la más bella de las damas ante la mirada perpleja de sus compañeras; golpeando en las bandas de goma evidenciando las naturalezas más físicas y matemáticas de la vida, y aunque el alma se deje sobre el taco al sacudir la blanca bola, si las cuentas no dan, no dan…

Una vuelta a la mesa, miradas de arriba, de abajo y de todos los lugares desde donde se nos ocurra mirar, mientras tratamos de hacer cuentas con los diamantes de sobre las bandas y los números vuelan para terminar perdiéndose en la nada de colores del juego, la euforia y las divertidas ganas de ganar.
Tiza al taco, y un trago a lo que hay sobre la mesa (si es que hay). Acercamiento por fin al rectángulo de la competencia y acomodándonos la ropa tomamos posición. Se apoya el taco sobre la mano y bajamos la cabeza hasta lograr dejar la vista a la altura del taco que pasa a ser como autopista luminosa camino a la bola blanca, la que a su vez tiene destino de intenciones poco modestas a la gloriosa bola ocho… Es entonces cuando el aire parece alentarse
hasta el punto de poder verlo en pequeñas vibraciones que se expanden y se contraen haciendo bailar las prostitutas siluetas del humo de cigarrillo. Y es increíble como esta imagen, también, se esfuma así de rápido como llega… Como todo en la vida, quizá, si lo pensamos mejor. Ahí está, el objeto más bonito de todos los juegos del mundo: negro redondo brillante manchado de blanco relleno por un número perfecto, infinito… La ansiedad prevalece ante los cálculos y el taco se frena sobre la transpiración de la mano izquierda, la misma transpiración que entorpece la precisión de la mano derecha: ejecutora y estratega de este intento de asesinato.
Todo listo, posición, puntería, cábala, visión, una respiración profunda y se mueve el brazo derecho hacia adelante, dirigiendo el taco en dirección a la bola blanca… Por fin: sentimos el golpe seco de la madera contra la bola y allá va… (talento más, talento menos…) Divinamente, la suerte está echada!!!


En homenaje a mis camaradas en suerte y sueños, con quienes desatábamos los cordones del divino pueblo de San vicente, día tras día, noche tras noche...

miércoles, 6 de enero de 2010

Pequeño demonio...



Dale, a ver… Moveme las manos con desprecio y acércame a tu mundo, hace de cuenta que todavía puedo respirar, ahí en vos, en la conga más eléctrica de la pequeñas luces que alumbran la oscuridad. ¿Lumbre, yo? ¿Lumbre, donde? ¿Quien te acaricia ahora? Si, vos sos tu propio lobo… Las manos no te alcanzan, tal vez, para llevarte todo. Sacudime, dale! Despertame! ¿Qué miedo tenés? Si por ahí andas pregonando que aún podemos bailar juntos, que las llamas de la quema no apagada por las lágrimas de villas que te asustan, ya podrían encender la braza madre de la fe. Si por ahí vendés tu show con la promesa de sembrar mi aparecer… Si creés en tus palabras sacudime! ¿No sabias que, de tanto repetir estas mentiras las hiciste realidad? Ay! ¡Que sueño más bonito el que hoy no podes llevar!
Y si pongo yo mi mano acá, en tu paso? Si te soplo las palabras del camino? Si te beso suavemente con el fuego de mi lengua demencial..? Si, acelero… Vos? Venís conmigo?
Mira como te tiemblan las patas pibe… Ya da asco ese miedo en tu piel. Cada lágrima que suda tu pechito de mediocre, me excita mucho más… Mierda! Este morbo desatado me recorre sin parar… Yo no tengo ni piedades, ni obsecuencias, ni bondades, ni altruismos de héroe… Es todo para mí, claro. Pero, vos me despertaste: porque sabes que mis tormentas egoístas y demagogas, dejan limpio y bonito este bonito lodazal donde dormís. Y, más allá de este divino resultado, que en el aire a todos deja respirar… ¿Quién te mueve la colita como yo? Nadie, no?
Decime, dale. No me hagas perder el tiempo… No hay opciones esta vez, me llamaste enamorado y acá estoy. Vos subite acá en mi capa y arrasamos con la tierra en unos días o te arranco la cabeza y actuó yo por vos… Si querés mi opinión, la verdad… Yo también quiero sentir tu puto culo al lado mío, esa carita de cagón… Pero por mí, me importa un huevo ese gemido dulce de placer de pricecita cuando canta su zorzal… Y vos decime: ¿Dónde vas a ir sin mí? En primer lugar: no voy a permitir que hagas un paso alejándote de mí: ya te dije; te voy a arrancar la cabeza… Y en segundo lugar ¿vas a andar detrás de esas pavadas otra vez..? Ya probaste el fuego, sabés como es… No jodas! ¿No era esto lo que soñabas?