domingo, 18 de diciembre de 2011

Debería intentarlo más seguido




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Todavía puedo apretar la tecla verde de mi celular y ahí estás, nadie me cobra por escucharte. Eso si: siempre y cuando estés disponible para mí. Te siento como una cuanta pendiente que abandoné, un idioma que no pude aprender a hablar, quisiera pero no puedo decir nada respecto de esa mano en tu cara, pero como quisiera, acá me vez practicando a solas tu idioma, ojalá un día pueda llegar a vos. Tengo la sensación de entenderte, esa parte del idioma si lo aprendí, creo que si sólo pudiera, reproducir la misma dicción de tus palabras, entenderías lo que te digo y, entonces, darías respuesta a lo que intento decirte, ello daría prueba de mi aprendizaje y sellaría nuestra buena comunicación dejando en claro mis profundos deseos de verte respirar en vuelo a la gracia. Antes hablé como vos… supongo, es por eso que te entiendo. En algún momento compartimos el idioma también, después te volviste la mejor de las opciones en la perinola, te soltaste de las cuatros cuerdas, volviste a meter las patas en el barro, y corriste lejos mío, mientras yo te miré sin hacer demasiado esfuerzo por alcanzarte. Probablemente sea por eso que no puedo decir nada sobre esa mano en tu cara, digo: los dos sabemos lo difícil que es dejarse ver.
Todavía puedo apretar la tecla verde de mi celular y ahí estás, nadie me cobra por escucharte. Eso si: siempre y cuando esté disponible para vos… no obstante acá me ves, practicando a solas tu idioma, me gustaría que supieras que, si tus girasoles florecieran en todas las estaciones, me sentiría mucho mas feliz… Debería intentarlo más seguido.