martes, 1 de diciembre de 2009

abrazo absoluto



Serás allí, dulce desierto, el desencuentro de lo viejo que perdido entre los vientos hoy volvió… cuadro en miedo, frío suelo, que me encuentra sobre la infinita naturaleza de mi instinto de sobrevivir. Y sobrevivir, hoy y siempre, es mucho más que respirar.
Como un sueño diminuto de divinas pesadillas, visualizo este regreso al corazón, que debió perder la sangre para saber cuanto podía bobear, en eterno laberinto por si llego a olvidar. Donde vaya llegaré, donde busque encontrare, solo si me detengo precisamente en mi lugar… Recostado en mis palabras y las voces de mi ser, abrigado con mi pulso que no es más que un latido universal, parte de las partes del todo, pero braza de una fuente en construcción.
Si me pierdo en el camino, tu recuerdo llegará y las vueltas de las aguas me amanecen desmayado a orillas de mi piel. No hay tutía ahí, todavía tengo ojos para ver. Esa arena, ahí, en mis pies son la foto blanco y negro de las vidas que volé, y latir… latir nunca es porque si.
Basta con cerrar los ojos, basta con sentir la vibración que trae el aire cuando alguien se pronuncia en corazón, cuando el viento se dirige a algún lugar, cuando el río me regala una canción, cuando el mundo en movimiento se descubre como un armonioso desorden.
Y el abrazo, entonces… El abrazo, será por fin absoluto.

1 comentario:

Gabriela dijo...

"basta con sentir la vibración que trae el aire cuando alguien se pronuncia en corazón..."

"cuando el mundo en movimiento se descubre como un armonioso desorden"

Esto que escribís delicioso, me hace pensar en esa dinámica, sutil y casi muda, que nos lleva, y nos pone en conexión!