domingo, 13 de diciembre de 2009

Próxima estación...

Me ha sorprendido la vida nuevamente, me he visto en las manos de algo que nunca miente y a pesar de mi desconfianza no falló. Es difícil para un Cristo verse en cruz y sin embargo, aunque esquives los encuentros si los días lo planean te veraz de frente a frente con el ser. Es así y no hay alternativa (pensarás: para bien o para mal…). Ojalá siempre encuentres la razón para entender que es a bien, que no significa, que, podría ser peor… Simplemente es dejar que la historia nos atraviese sin querer detenerla.
Dejarás que la sombra se cierna suavemente sobre ti, solo por un momento y allí conocerás el lado oscuro de tus brillos. Así, entonces, brillaremos mucho más. Como el agua que nos riega, como tierra que se expande para dejarnos crecen, ahí crecerá la tristeza y vos también. Pero el pozo te seduce, también, y querrás seguir abrigado en su adormecedora letalidad, abrazaras los recuerdos y te embriagaras con esa dulce tormenta en tu boca, entregado por completa a ese calor. Si así resulta, quedaras a destiempo con la vida, que no sea así entonces… El amor es un trago que, para bien o para mal, quema desde la boca hasta el corazón, dichosos aquellos que tuvimos la suerte de quemarnos. Entonces si la parada nos encuentra a la vera del camino de los días por un momento, deberemos crecer y estar atentos, seguro está por pasar un tren más… Solo así, habrá una próxima estación. Habrá que saber cual es el tren de nuestro rumbo, te diría casi seguro… Es ese mismo, el primero que puedas ver llegar.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Siempre que escribís me sorprende...
Hoy mas que nunca, pareciera para mi cada palabra, y me aatrevo a comentarlo, hay que tener habilidad para ver profundidades en los otros, encontrar las imágenes tan precisas. Igual ya sabés, no dudo nunca de tu capacidad.
Y por surte, viendo la próxima estación!
(Esperanza diría Manu! )