domingo, 23 de agosto de 2009

Llanto de río


Tus dulces uñas se clavaron tan profundo en mi esternón,
Te adiviné el silencio, vos colgabas en mi espalda
Como los chanchos juegan en el barro y se embarran
Las manos ciegas, en la búsqueda se atraen.
Acaricie tu grieta cuando me agrietaste ahí,
Y derrame mi río en tu enfermo mar.
Mercado de besos, que juntamos antes nuestros
Bella piel de enredo, tormentoso y sensorial…

Pero el río sabe de sus aguas siempre dulces
Y siempre esta guionado nuestro cause amor…
Y lo que llega en llanto, el mismo llanto se lo lleva,
Y en esta linda tierra no vemos milagros ya.

Tu dolor golpea en la ventana.
Desde adentro lo miro vibrar.
Mi dolor se arrima a acariciarlo tras del vidrio,
Tiemblan cuerpos fríos en la noche…
Y así, una vez más, robé las cenizas de ese muerto,
Y me las esparcí en el pecho, esperando resurrección.
Relaje los labios, esperando el tibio fuego
Y al abrir los ojos en lo oscuro me encontré.

Por que el río llora cuando alcanza aquel salado,
Por que trae la luna por la noche nada más,
Por que el río arrastra por la tierra bajo el agua,
Por que nada alcanza para endulzar el mar.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Buena imagen, la foto.
Buena imagen, las palabras.
tantos ríos...no endulzan el mar...

Brizas, brasas, y sal.