lunes, 17 de agosto de 2009

Tras el fruto


Me pregunto si mis manos son capaces de alcanzar aquellos frutos, si me estiro suficiente, si la cruz que me detiene será leve esta vez. Me pregunto si los pasos que camino, si el sonido que me llama, si la estrella que seguí… Me pregunto si habrá algo tras los muros, si es que corro hacia el este o perdí la dirección, si me escapo o me alcanzan, si es que el ritmo de espasmo no averió mi percepción. Me pregunto si tus ojos ven mis trancos o si ven que estoy pisando en falso…
En el cuarto de distancia que descansan mis zancadas me resumo el hilo que se fue, y poniendo las manos sobre mis ojos dejo atrás nudos que, antes, apretaron mis muñecas.
Son las huellas de mi rastro que repelen a mi cuerpo cada vez más lejos de donde partí.
Me imagino con las manos en el aire, imagino que detengo mi mirada, contemplando sin creer, tu dulce levitar y en el fruto del deseo me dibujo en el camino, la razón de mi entusiasmo, el suspiro de mi ser.
Te rodeo con mi mano, ya embriagado de tu aroma, justo antes de arrancarte, justo antes de arrancar.

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