jueves, 22 de abril de 2010



Me voy, un cielo más allá este atardecer, sabes? De vez en cuando el mundo arde, me arde… Veo, tan difícil, a veces es ver, extraña, muy extraña es esa libertad y se va comiendo mis nervios. Cada tanto me pregunto si llegará antes la sabiduría o el síncope, si mi cuerpo y me cabeza aguantan hasta el final del camino. Miro esas caras y veo detrás, pienso que el tiempo mañana me huele mal, que el cielo se pone feo y que parece como si nos vendieran una habitación en una cárcel (con llaves y todo), la compramos en cuotas y cómodamente, pero 1000000 % de interés (eso, mínimo…), y cuando nos queremos acordar estamos llamando al herrero para ponerle rejas a la ventana (Se que no puede verme pero en este momento estoy abriendo los ojos bien grandes, un gesto de sorpresa…), “pintalas de verde vieja, van a quedar buenísimas!!!”. No lo puedo entender bien todavía. Por eso cada tanto me siento debajo de la cama unos momentos, en el eje de mi niñez, a mirar el mundo desde la inocencia, para no odiar, para no ser parte de eso que detesto. Camino hasta la puerta de la habitación de mis viejos, miro atrás para asegurarme de que nadie me esté observando y me tiro debajo de la cama, me saco los zapatos y las medias y así toda la ropa; apoyo las manos en el piso de carpeta sin cerámica y la cara en las rodillas y lloro, por lo que hay que llorar, y me doy tiempo para reparar… Un silencio, una lágrima, una soledad. Pura tierra, pura vida, natural…
Pequeño refugio y los pies en casita, pequeña cabaña del sol. Pequeña vertiente, divina sonrisa, seguir escuchando esa voz.



6 comentarios:

Gabriela dijo...

un refugio que te pudiera mantener a salvo...
ojala!!!

Rosa dijo...

Que bien estaría poder hacer borrón y cuenta nueva, sin odios ni aprendizajes que nos hacen vivir en contra de lo que somos.

Besos

Pepe dijo...

Tengo un refugio Linda!!!
El asunto es ver que siempre me dejen llegar... Je!

La verda estaría muy bien Rosa... Hagámoslo entonces!!! Que vamos a esperar?

Anónimo dijo...

La mitad de nuestras equivocaciones nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos...
Vicki

Pepe dijo...

Es verdad Vick!!!
Deberíamos sentir, nada de eso de pensar... je!!
Gracias, por la visita.
Besos!!!

Anónimo dijo...

Cuanto necesita ahora ese refugio mi agitado corazón!y un susurro que me diga que todo va estar bien...