Todavía algunos ojos,
todavía algunos brazos,
todavía algunas vidas,
sin retorno a su lugar.
Todavía algún silencio,
todavía ese dolor
todavía la mentira.
Sin poderse encontrar.
Todavía en otras manos,
todavía no sabés.
Todavía se te espera,
se te sueña, se te cree.
Todavía esas viejitas,
treinta y cinco años después.
Todavía están buscando
cuatrocientos nietos más.
Cada veinticuatro de marzo en este bendito país se conmemora en día de la Memoria.
Con la última dictadura militar, además de treinta mil detenidos desaparecidos y seiscientos cincuenta muertos en la guerra de Malvinas, unos quinientos niños perdieron su identidad producto de la apropiación ilegítima por parte de los dictadores. Fueron robados no solo de los brazos o los vientres de sus madres, sino también de su propia historia y la de toda sus familia.
Al día de hoy, se han encontrado ciento dos. Todavía se espera encontrar a los otros cuantrocientos.
Los que quieran
Se buscan tus ojos marrones de almendro
tus ojitos verdes tus ojitos negros
se busca la gracia que quiebre el secreto
se busca en la nieve el calor de un lucero
se buscan olores, bostezos y risas
mentones espaldas montones de brisas
se busca llenar un lugar que está hueco
se busca tocar lo que se ama en silencio
se ofrece madera a quién pudiera
y que quieran los que quieran
se buscan tus brazos tus fardos de huesos
la misma mirada los mismos consuelos
se busca quien vista el vestido de ella
se busca quién calce perfecto en la huella
se buscan tus dientes ay si vos supieras
qué lindo reía qué lindo que era
se busca la idea del mundo de él
se busca la fuerza que debés tener