domingo, 16 de mayo de 2010

Pasajero, paso traspaso



Nacías un cielo de soles ciegos, borrabas tantas miradas con insistencia. Paciencia de atardeceres de los veranos al aire libre que va habitando en semillas buenas y ese viaje de sin saber el destino, esa desorbitada búsqueda en los carteles, en los colores, los horarios de los trenes que pasan y no sabe uno si lo podrían llevar hacia donde va, simplemente por no saber donde es ese lugar.



Buscando un astro iluminado que reverdezca las ramas desnudas por los ojos que han dejado de verse en la oscuridad y arrimaron una sangría distante y larga que no llega a matar. La geta seca se moja en sorbos pequeños, ávidos y constructivos, pero al caer las horas descubrimos que nunca, jamás, dejan cimientos. A veces, suele suceder que, cuando apagamos la luz, día tras día, se enciende un cartel luminoso rojo que reza: “LA SUERTE LLEGA MAÑANA…”


Estar de paso, es un pie tras el otro y una red que se teje como para no caer. Estar de paso va en huella siempre, abre senderos donde no hay y trae imágenes de un álbum que hemos de olvidar pero que siempre va a estar ahí. Estar de paso, a pesar de algunas lágrimas, es recibir una calida caricia sanadora, precisamente donde arde de muerte la herida más urgente.


Veo lagos sobre el cielo, veo el día que robé aquel señuelo efectivo que uso hoy; una sombra, un remanso, un diluvio, varias brujas, la canción… Una estrella, un cuaderno, diminuto y corazón.


Esperaba una sequía y vino un viento tras la grieta, remontando un barrilete que se enredo en mis ramas arqueando y descontracturándolas, haciendo revivir la savia una vez más, haciendo de algo hoy que quizá mañana no sea, así como se debe… Y, entonces, viendo este delicioso fenómeno, pienso que, a pesar de todo lo pasado y lo que no paso, todo está en su lugar.


Ya lo ves (mi extraño ser…), todo es trama de los pasajeros, acá nada se trama, sin embargo, todo se teje.

 
Ir y venir, seguir y guiar, dar y tener,

Entrar y salir de fase.

(sin esperar que algo pase...)
Amar la trama más que al desenlace...
 

 
La musiquita tiene esa deliciosa magia, entre tantas bellezas, de hacernos sentir (algunas veces) que somos nosotros mismos los que emanamos esa expresión lítero-sonora que sale por la radio. Este es uno de eso casos.
 
 
Nos quedan canciones que llenen los corazones, sobre todo las de los demás...

7 comentarios:

Gabriela dijo...

Justo andaba pensando en eso de andar de paso...
Lo efímero, y aún así profundo.

Lo que nos marca al andar, y nos acompaña en el sendero.

Rosa dijo...

Me ha gustado mucho leerte y esa última reflexión de "amar la trama más que al desenlace" ha sido la guinda....bueno y Jorge Drexler ya lo ha rematado. Por cierto actua este jueves aqui donde vivo yo. No puedo ir a verlo aggggg!!

Besos

Espérame en Siberia dijo...

Muchas gracias, cariñito, por tus latidos. Ha sido todo un honor concocerte.
Yo también te estaré visitando próximamente. Enhorabuena por tu Blog :)

¡Mucha, mucha luz!

Rosa dijo...

Tendré que salvar el mundo otra noche, tal vez el miércoles o el viernes. No lo conseguiré porque no contaré con la ayuda del Jorge Drexler, lo sé, pero es que el jueves es imposible.

(Se podrán posponer con esa ligereza cosas así??, lo de salvar el mundo digo. No. Creo que no. Oh dios yo lo he hecho!!).

Besos

Mely dijo...

....seguro que sería una canción preciosa si....tu sabes donde esta tu centro de gravedad?

Pepe dijo...

Es así nomás Gabita... Quien dijo que debía ser duradero para dejas marca?
Que extraño vos y yo en sintonía ;)

Rosa! Que el mundo se salva solo y las cosas pasan una sola vez che!!! Je!
Gracias por poner, siempre tus ojitos sobre mis palabras!

Espérame!!!(?) Gracias por la visita! Acá te dejo la comida en la mesa para cuando decidas venir de visitas...

Me temo que si Mely... Tengo un centro de gravedad, también, yo. Está el las arrugas de las manos de mi viejita...

Anónimo dijo...

mm , no está nada mal, sigue en ello..